El futbol Americano no es un deporte complicado como en ocasiones lo hacen ver expertos y analistas. La mayoría de los partidos los gana el equipo que domina la Línea de Golpeo (LDG). Cuando un equipo controla la LDG, salvo en raras excepciones, controla el partido. Cuando el duelo en la LDG es parejo, otros aspectos marcan la diferencia.
La batalla en la LDG definió los juegos de Filadelfia y Cincinnati. En los otros dos, fue el otro factor de gran impacto, el diferencial en entrega de balones. Kansas City tuvo un diferencial de +2 contra Jacksonville y San Francisco de +1 contra Dallas.
Normalmente los partidos en la ronda divisional son emocionantes. El año pasado todos se decidieron por diferencia de un gol de campo o con un TD en tiempo extra como fue el caso del juego entre Buffalo y Kansas City. Este año solamente el encuentro entre Dallas y San Francisco, un duelo de defensivas, tuvo drama.
Brock Purdy continúa sorprendiendo ejecutando la ofensiva de Kyle Shanahan al pie de la letra, pero de manera conservadora. Está invicto en los siete partidos que abrió como titular, incluyendo dos triunfos en playoffs contra Seattle y Dallas, habiendo lanzado un total de 16 TDs con dos intercepciones. No incluye el partido contra Miami cuando entró de relevo por Jimmy Garoppolo que quedó fuera de acción hasta febrero. Si incluimos ese juego tendría 18 TDs contra sólo tres intercepciones.
Con Purdy, la ofensiva de los 49ers es conservadora pero altamente eficiente. La mayoría de sus pases han sido por el centro principalmente con George Kittle y Brandon Aiyuk, o hacia afuera (flat) a Christian McCaffrey.
Los pases profundos, hacia el centro o por las bandas, no han sido parte importante de los planes ofensivos de Shanahan. Requieren de un brazo potente, algo que no es atributo de Purdy. Contra una defensiva agresiva y rápida como la de Dallas, la capacidad de ganar yardas y anotar puntos fue limitada. Será la misma situación contra Filadelfia.
Para leer mi columna completa visita Especialistas del Deporte.
Una yarda, apenas 91.44 centímetros fue lo que impidió a Cincinnati seguir en la pelea en el Super Bowl. LAR sí supo ganar una yarda
Por Raúl Allegre
1 YARDA = 91.44 CMS.
Una yarda no es una distancia larga. Lograr tan sólo una yarda, en la mayoría de las estadísticas de la NFL es considerado un fracaso. Un acarreo de una yarda, un pase de una yarda, un regreso de una yarda son ejemplos.
En lo que se llama “situaciones de juego” (situational football), pelear por una yarda puede representar ganar, o perder un campeonato, o dos. Los campeonatos de Los Ángeles Rams, se pueden definir fácilmente por haber sido el mejor equipo cuando disputaron y ganaron, una pequeña, y en muchas ocasiones despreciada, yarda.
Hablo en plural, campeonatos, porque una yarda también fue decisiva en la victoria contra los 49s de San Francisco en el campeonato de la NFC. Fue la jugada definitoriadescrita en la Ofensiva en Serie hace dos semanas.
Seguramente los fans de ambos equipos recuerdan la situación. Los Ángeles Rams había anotado un TD en un pase a Cooper Kupp (¿Quién más?) para reducir un déficit de 10 puntos a sólo tres. San Francisco, cuya ofensiva había sido eficiente a lo largo del encuentro, empezó su primera serie ofensiva del último cuarto.
En la cuarta jugada de esa serie, Elijah Mitchell logró nueve yardas. Era 2ª y UNA YARDA por avanzar.
En esa oportunidad, Eric Weddle, que había sido firmado un par de semanas antes después de dos años de retiro, anticipó un acarreo, penetró la línea de golpeo (LDG) y tackleó a Mitchell para una pérdida de UNA YARDA.
San Francisco no pudo convertir en 3ª oportunidad y Kyle Shanahan optó por despejar. San Francisco no se pudo recuperar anímicamente. Perdieron ocho yardas, incluyendo castigos, y lanzaron una intercepción el resto del partido.
Durante el Super Bowl, la lucha entre Los Ángeles Rams y Cincinnati por UNA MÍSERA YARDA en varias instancias del partido, tuvo un impacto abrumador en la definición del campeonato.
La primera situación se dio al 10:00 del primer cuarto, en la primera serie ofensiva de los Bengalíes, cuando Zac Taylor optó por jugársela en 4ª y UNA YARDA, apenas en territorio de LA. Joe Burrow, quien estuvo bajo presión todo el partido, no pudo completar un pase con Ja’Marr Chase dejando a los Carneros con excelente posición de terreno la cual aprovecharon para anotar seis jugadas después.
Los entrenadores tienen muchas responsabilidades, pero durante un partido, la toma de decisiones es la diferencia entre la victoria y la derrota.
Pasando al último cuarto del partido, llegó el turno para Sean McVay. Era 4ª y UNA YARDA en su propia yarda 30, valga la redundancia. McVay no titubeó, y ejecutó un acarreo con su mejor jugador ofensivo, Kupp, quien consiguió siete yardas y la primera oportunidad.
Antes de esa jugada, LA había tenido situaciones en 2ª y 3ª con UNA YARDA, por avanzar que habían fracasado. Después del acarreo de Kupp, ejecutaron otras diez que los pusieron en la antesala de las diagonales. Era 2ª y gol, con UNA YARDA por avanzar.
Una vez más, la combinación de entre Matthew Stafford y Cooper Kupp fue una obra de arte por la ejecución perfecta bajo tremenda presión y LA tomaba una ventaja que tendrían que defender en el cierre del partido.
Cincinnati tuvo una última oportunidad. Burrow completó dos pases para 26 yardas y cruzaron el medio campo. Después del segundo pase a Tyler Boyd, era 2ª y UNA YARDA por avanzar, situación ominosa que evocaba recuerdos del campeonato de conferencia dos semanas atrás.
Burrow tuvo la oportunidad de completar un pase corto. Tenía dos receptores abiertos, un carril de pase sin obstrucción, y no estaba bajo presión. Optó por lanzar profundo en una situación en la que claramente, Chase, su receptor favorito, no estaba en el mismo canal.
En 3ª y UNA YARDA, Samaje Perrine fue tackleado en la LDG por Aaron Donald y en 4ª y UNA YARDA, Donald presionó a Burrow quien se deshizo del ovoide pero no pudo completar la jugada. A Los Ángeles, sólo le quedaba liquidar el tiempo que restaba en el partido.
Los Ángeles Rams ganaron las disputas de UNA YARDA, quizás la razón principal de su merecida victoria en el SB LVI.
TENGO VARIAS REFLEXIONES DEL PARTIDO.
Cincinnati tuvo una temporada improbable, altamente exitosa a pesar de la derrota. Al igual que en los otros tres partidos de playoffs, no fueron el mejor equipo, pero estuvieron en posición para arrancar una victoria de las garras de su rival. En esta ocasión, no pudieron sobreponerse por varias razones.
La línea ofensiva, que permitió 51 capturas a Burrow en temporada regular, y 19 en postemporada, tuvo una segunda mitad desastrosa. En el primer tiempo permitieron sólo una captura y le dieron tiempo suficiente a Burrow, quien de cualquier manera se deshacía rápidamente del ovoide, lo cual era parte del plan ofensivo.
En la fase complementaria, la protección de Burrow se esfumó. Mucho fue debido a los ajustes defensivos de Raheem Morris. En el primer tiempo, cuando usaban su defensiva “nickel” (cinco en la defensiva secundaria), estaban en un esquema 4-2-5 (4 DL, 2 LBs, 5 DBs).
Los dos en la línea no cubrían al centro, Trey Hopkins, quien seguido se deslizaba en dirección a Donald ayudando a controlarlo.
En el segundo tiempo, la defensiva nickel cambió a 3-3- 5 (3 DL, 3 LBs, 5 DBs). Greg Gaines se alineó la mayoría de estas situaciones sobre Hopkins, ocupándolo e impidiendo que ayudara a sus guardias.
También sustituyeron a Troy Reader con Ernest Jones, quien es mejor jugador en cobertura y presionando. Donald, que se fue en blanco en el primer tiempo, terminó con cuatro tackleadas, dos detrás de la LDG, dos capturas y tres presiones, pudiendo, fácilmente, haber sido nominado el MVP del partido.
Nunca llegaron los ajustes de Taylor para contrarrestar la presión abrumadora de la línea defensiva de LAR.
En la mejor serie ofensiva que tuvieron en el partido, aquella de 12 jugadas para 75 yardas que culminó en TD, usaron varias veces personal con dos alas cerradas. En el pase de 75 yardas de TD en la primera jugada del tercer cuarto, también tenían dos alas cerradas y usaron máxima protección. Fueron esporádicas las veces que repitieron ese grupo de personal el resto del partido.
Burrow sufrió una lesión en la rodilla. Afortunadamente no fue de gravedad como en 2020, pero tienen que tomar cartas en el asunto. Es imperativo que la directiva refuerce la línea ofensiva. Es posible hacerlo como lo vimos con Los Ángeles Charges y Kansas City en 2021, y Cleveland en 2020.
De lo contrario, como lo he mencionado en numerosas ocasiones, Burrow podría correr la misma suerte de Andrew Luck.
Joe Burrow jugó bien a pesar del asedio que sufrió, pero en dos ocasiones cruciales, sin tener presión, tomó un par de decisiones equivocadas. La primera fue en la jugada de 4ª y UNA YARDA en la primera serie ofensiva, en la 49 de Los Ángeles Rams, cuando tenía completamente desmarcado a Tee Higgins por el lado derecho y forzó un pase hacia Chase.
La segunda, en la última serie ofensiva, en 2ª y UNA YARDA, cuando buscó otra vez a Chase en lugar de completar corto con Boyd o Higgins quienes estaban desmarcados para un pase fácil que habría mantenido viva una serie ofensiva para, por lo menos, estar en posición de empatar.
Sean McVay no tuvo su mejor juego mandando jugadas. En doce series ofensivas, no incluyo la última que fue en la formación “victoria”, abrió con acarreos, principalmente por el centro de la defensiva de Cincy, que no surtieron efecto.
Esos seis acarreos produjeron un total de quince yardas. En el partido, tuvieron 23 acarreos para 43 yardas. McVay no supo ajustar su plan de juego una vez que se lesionó Odell Beckham Jr., quien se estaba teniendo impacto en el partido habiendo tenido la recepción que abrió el marcador. Antes de su lesión, el derrotero del partido se perfilaba hacia una victoria aplastante.
En la última serie ofensiva McVay se redimió con una ofensiva en serie ejecutada a la perfección. Tomó la decisión de su carrera como “head coach” al jugársela en la antes mencionada jugada de 4ª y UNA YARDA desde su propia yarda 30.
Matthew Stafford y Cooper Kupp tomaron el control del partido y fueron la diferencia. Kupp completó cuatro pases en cuatro intentos en su dirección y tuvo el acarreo en 4ª para mantener viva esa serie ofensiva final. El pase de 22 yardas, lanzado por Stafford sin estar viendo a Kupp, fue simplemente, de antología.
LAR ganaron las situaciones de juego que normalmente marcan diferencia en el partido. En 3as oportunidades convirtieron 6 de 15 contra 3 de 14 de Cincinnati. Anotaron TD en sus tres viajes dentro de la yarda 20.
Cincinnati lo hizo sólo una vez en tres oportunidades. Una TD más habría definido el partido a su favor.
Después vino el detalle de Vernon Hargreaves al celebrar, en “chor y chancla”, en la zona de anotación después de la intercepción de Jessie Bates, resultando en un castigo de conducta antideportiva. En lugar de empezar la serie ofensiva en la yarda 20 faltando, 02:00 y teniendo sus tres tiempos fuera, comenzaron de la 10 teniendo que jugar conservadoramente.
En la jugada del último TD, en 2ª y gol con UNA YARDA a ganar, el esquema defensivo de Lou
Anarumo dejó a Cooper Kupp, quien tuvo la mejor temporada para un receptor en la historia de la NFL, en cobertura individual contra Eli Apple, un esquinero que ha sido inconsistente a lo largo de su carrera.
DETALLE TÁCTICO QUE COSTÓ MUCHO.
Al final de un partido, en particular el Super Bowl, esos detalles pesan.
Se critica mucho el arbitraje. Coincido que se debió haber marcado interferencia ofensiva a Tee Higgins sobre Ramsey en ese pase de TD al inicio del tercer cuarto.
Creo que los árbitros erraron también en el “sujetando” que le marcaron a Logan Wilson en 3ª y 8. 4ª y gol, de la yarda ocho, habría sido más complicado para LAR. Además de esos errores, el arbitraje estuvo bien en general.
Les Snead y Sean McVay “apostaron la casa” con el canje por Matthew Stafford y fueron recompensados. La serie ofensiva que les dio la ventaja fue de quince jugadas en la que vimos a dos jugadores de extraordinario nivel, Stafford y Kupp, ejecutar bajo presión para lograr la merecida victoria.
¿QUÉ DEPARA EL FUTURO A AMBOS EQUIPOS?
Los momios de Las Vegas abrieron con Kansas City como el favorito, Buffalo es segundo, LAR es tercero y Cincinnati cuarto.
Cincinnati tiene un excelente núcleo de jugadores jóvenes y 57 MDD disponibles para la agencia libre. La defensiva fue excelente en playoffs. Logan Wilson es un futuro LB estrella. El objetivo principal será reforzar la línea ofensiva en tres posiciones, los dos guardias y el tackle derecho.
Lo intentaron hacer en 2020 con las contrataciones Xavier Sua-Filo en 2020, y Riley Reif en 2021, pero ambos se lesionaron. Reif será agente libre. Quizás tengan en Jackson Carman, 2ª selección en 2021, a su futuro guardia derecho, Tienen también que mejorar en la posición de esquinero.
Mike Hilton fue el mejor cubriendo a receptores internos, pero Chidobe Awusie y Eli Apple fueron tuvieron sus lapsos tanto en el Super Bowl, y durante la temporada. Stephon Gilmore, Joe Haden, Casey Hayward y Kyle Fuller serán agentes libres.
LAR tendrán que tomar decisiones difíciles. Están, por el momento, con un déficit de 14 MDD en el tope salarial, el cual no ha sido definido, pero que se anticipa sea de 208 MDD. Von Miller, OBJ, Brian Allen, Austin Corbett y Sony Michel son agentes libres. Es posible que Andrew Whitworth se retire.
Del lado positivo, hay varios jugadores clave que regresan, Donald, de quien se habla se podría retirar aunque no creo que lo haga, Jalen Ramsey, Leonard Floyd, Greg Gaines y A’Shawn Robinson a la defensiva, y Kupp, Stafford, Robert Woods y Tyler Higbee a la ofensiva.
Finalmente, la Ofensiva en Serie saldrá cada dos o tres semanas durante el receso de temporada, pero en su lugar publicaremos notas que escribí desde 2003. El archivo de la temporada 2021, y las históricas que se vayan publicando, quedarán “on demand” en la página de Especialistas del Deporte.
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El dicho más trillado en la NFL, dice: Las ofensivas venden boletos, las defensivas ganan partidos y los equipos especiales deciden campeonatos
Por Raúl Allegre
Es el dicho más usado, podemos decir “trillado”, en la NFL. La mayoría no lo dice bien. Es: “Las ofensivas venden boletos, las defensivas ganan partidos y los equipos especiales deciden campeonatos”. En este caso, resume claramente la temporada, pero sobre todo, el Super Bowl, de los campeones Kansas City Chiefs.
No fue la mejor temporada regular de KC. De hecho, no jugaron bien a lo largo de 2023, hasta los playoffs. Perdieron cuatro veces en su normalmente impugnable estadio, Arrowhead. Los dimos por perdidos después de la lamentable actuación contra Raiders en Navidad cuando Mahomes regaló dos TDs ofensivos. Todo cambió durante los playoffs.
Hay muchos factores que influyen para que un equipo gane un campeonato. Dos son, la suerte y evitar lesiones. Los Chiefs fueron afortunados en enfrentar a dos equipos con defensivas severamente mermadas. Miami visitó un gélido Kansas City con cinco titulares fuera, y los Bills estuvieron a un gol de campo de mandar el partido a tiempo extra aun sin contar con cuatro defensivos clave, y usando a un LB, AJ Kleine, que unas semanas antes de los playoffs estaba planeando un viaje de vacaciones por carretera con su familia.
Los Chiefs tuvieron también bajas en sus líneas, como Bryan Cook, Derrick Nnadi y Charles Omenihu, pero ninguno de ellos tien el nivel o la relevancia de los jugadores ausentes de Miami o Buffalo.
Como dijo el narrador de Kansas City, “los Chiefs son inevitables”. Ganaron sin tener una ofensiva devastadora. Ganaron gracias a su defensiva.
El MVP del Super Bowl fue Patrick Mahomes, pero el verdadero MPV, en este caso “Most Valuable PERSON”, fue Steve Spagnuolo, su coordinador defensivo.
El SB LVIII no empezó bien para los Chiefs.
Al finalizar el primer cuarto habían ejecutado solamente siete jugadas, contra 17 de San Francisco; habían logrado sólo una primera oportunidad, contra siete de los 49ers; la diferencia en yardas era de 125 a 16, pero el marcador indicaba una ventaja de los Niners de 3-0, resultado de un “fumble” de Christian McCaffrey en la primera serie ofensiva y un gol de campo de 55 yardas, que impuso marca del más largo en la historia del Super Bowl, de Jake Moody. La defensiva de Spags los mantenía en el partido.
Poco a poco fueron ocurriendo factores que tendrían un impacto ENORME en el desarrollo del juego. El primero fue la increíble lesión de Dre Greenlaw cuando ingresaba al terreno de juego para la cuarta serie ofensiva de los Chiefs. Dre sufrió una ruptura del tendón de Aquiles, simplemente al entrar corriendo al campo.
Su baja creó un hueco ENORME que Andy Reid aprovechó sin misericordia. Su reemplazo, Oren Burks, fue explotado una y otra vez a lo largo del partido. Otra lesión que también tendría impacto en tiempo extra fue la del guardia Jon Feliciano, quien a veces alterna con Spencer Burford, como sucedió en el 2º cuarto, pero que sufrió una lesión, aparentemente en el abdomen, al final del período.
Los Niners lograron una ventaja de 10 puntos con un TD de McCaffrey en una jugada de fantasía diseñada por Kyle Shanahan, que fue criticado por muchos al final del partido y de lo cual hablaré más adelante, en la que recibió un pase de Jauan Jennings. Mahomes pudo hilvanar una serie de 13 jugadas para 70 yardas para cerrar el primer tiempo con un gol de campo de Butker.
San Francisco continuó con su dominio, pero una vez más la defensiva de los Chiefs entró al rescate cuando Mahomes fue interceptado en la primera serie ofensiva del tercer cuarto. Forzaron un tres y fuera siendo agresivos en 1ª oportunidad con una carga perfectamente sincronizada de Leo Chenal, que dio un partidazo, seguida de un castigo de Aaron Banks por “movimiento en falso”, que los forzó a lanzar las siguientes dos jugadas. A partir de este momento, Spags estaba en “modo de ataque”, defensivamente, mandando cargas prácticamente en cada 3ª oportunidad de la ofensiva de SF.
El punto de inflexión del partido fue, sin lugar a dudas, el “muffed punt” (¿balón “malabareado”?) faltando 2:32 en el tercer cuarto. Ray-Ray McCloud, el “regresador” de despejes de los Niners fue el responsable de la entrega. Tuvo tiempo suficiente, 4:64, en un despeje de 40 yardas, para primero atrapar el balón. Optó por tratar de que sus compañeros se alejaran, pero Darrell Luter estaba enganchado con un jugador de SF y el balón rebotó en su pie.
Después, McCloud trató de agarrar el balón y correr, en lugar de solamente recuperarlo. Hasta ese momento, la ofensiva de Kansas City no había encontrado la zona de anotación de los Niners. Lo hicieron en la siguiente jugada en un pase sobre el abrumado Burks, en el área de la cobertura de zona que le habría correspondido a Greenlaw.
Antes de ese momento, la ofensiva de Mahomes había tenido nueve series ofensivas logrando solamente seis puntos y entregando el ovoide en dos ocasiones. A partir de ahí, anotaron 13 puntos en las siguientes series ofensivas incluyendo el TD de la victoria en tiempo extra.
Los factores decisivos del partido fueron, el “muffed” punt, la baja de Greenlaw, la táctica de Andy Reid, y el talento y temperamento increíbles de Patrick Mahomes.
Ya describí los dos primeros factores. Al tema de los equipos especiales, falta agregarle el punto extra fallado por Moody que afectó la estrategia ofensiva de los Chiefs el resto del partido. Teniendo el gol de campo prácticamente asegurado, usaron jugadas más conservadoras.
Andy Reid fue magistral en el cierre de partido. Faltando 6:40 en el tercer cuarto, Reid mandó una jugada de “Zone Read”. En este tipo de jugadas, el QB “lee” a un defensivo, en este caso fue Nick Bosa, y tiene tres opciones, darle el balón al RB si el defensivo se queda en su lugar, quedarse con el ovoide si el defensivo “se clava”, y luego lanzar o correr. Bosa fue por el RB, Mahomes se quedó con el balón y corrió para 22 yardas.
Reid se guardó esa jugada hasta el momento oportuno de volverla a usar, que fue en 4ª y 1 al iniciar la serie ofensiva en tiempo extra cuando perdían por tres puntos. En esa situación, Bosa fue una vez más por el RB, y Mahomes retuvo el ovoide para extender la serie sin ningún problema. Mahomes tuvo lecturas oportunas para diagnosticar las cargas que mandó Steve Wilks, el coordinador defensivo de San Francisco, lanzó pases precisos y extendió esa última serie ofensiva.
El TD de la victoria fue en la jugada “corn dog”, la cual usaron dos veces en el SB LVII para anotar contra Filadelfia. También empezó como “zone read”, pero ahora Mahomes encontró a Mecole Hardman completamente solo en las diagonales.
Fans de 49ers criticaron duro a Kyle Shanahan, en particular la decisión de tomar el balón en tiempo extra en lugar de patear y tener la segunda serie ofensiva. El argumento tiene validez. Respecto a Shanahan, veo tres situaciones en las que se puede cuestionar sus decisiones. Ninguna de ellas, en mi opinión, fue la razón por la que perdieron el SB.
La primera se dio al final del partido cuando en 3ª y 5, después de la pausa de los dos minutos. Antes, en 1ª oportunidad, McCaffrey había acarreado para cinco yardas. En 2ª Purdy completó con George Kittle pero no avanzaron nada. Habría sido mejor correr, y tener la opción quizás de jugársela en 4ª y corto. Habrían consumido alrededor de 30 segundos, pero probablemente Reid habría pedido un tiempo fuera. Esa decisión no fue de consecuencia.
La siguiente fue en tiempo extra de la yarda nueve de los Chiefs, esta vez en 3ª y 4. En esta ocasión corrieron en 1ª y 2ª oportunidad. La misma lógica aplica. Al igual que en la jugada de 3ª y 5, Spagnuolo mandó una carga que forzó un pase incompleto.
La jugada, en realidad, pudo haber funcionado. Lo que cuestiono altamente fue la protección, o falta de, sabiendo que Spags mandaría otra carga. Hubo confusión en la línea y Burford, que tenía enfrente a Chris Jones, se movió a su izquierda, Colton McIvitz a su derecha, y Jones entró “como Pedro por su casa” provocando que Purdy apresurara su pase.
Tanto Brandon Aiyuk como Jauan Jennings estaban desmarcados en la zona de anotación. La responsabilidad en ese momento de ajustar la protección era de Purdy. Brock dio un gran partido, pero demostró que todavía le falta madurar en cuestión de ajustes en la línea de golpeo. En esa jugada, tanto Kittle como McCaffrey salieron en movimiento en lugar de haberse quedado a proteger.
La decisión del volado me pareció la correcta. Expertos en “analytics” están divididos, exactamente un 50/50, en las probabilidades de recibir o patear. Alegan que al tomar esa decisión, le daba cuatro oportunidades a Mahomes para conseguir un primera y diez.
Para mí la decisión fue la correcta. Kyle declaró que prefería la oportunidad de tener una tercera serie ofensiva. Dos factores son importantes: 1) su defensiva había estado en el terreno de juego, al final del último cuarto, en una serie de 11 jugadas para 64 yardas que culminó en el gol de campo del empate. Se empezaban a fatigar. 2) hasta el momento, la ofensiva de los Chiefs no había tenido una serie ofensiva larga para TD. El único TD anotado fue de 16 yardas en una sola jugada después del “muffed punt”.
Un último factor que determinante en el resultado es que las estrellas de Kansas City jugaron como estrellas, los de SF no. Los mejores pagados, Mahomes, Jones y Travis Kelce, fueron determinantes, los mejores pagados de Niners, no tanto. Deebo Samuel fue neutralizado por Trent McDuffie. Purdy le lanzó once pases y completó sólo tres. Trent Williams fue dominado en más de una ocasión
Ambos equipos deberán ser serios contendientes para 2024, pero la “cruda” de perder un Super Bowl pega fuerte, como lo pueden confirmar los Eagles. Habrá agentes libres importantes. Para los Chiefs, los dos más importantes on Chris Jones y L’Jarius Snead. Brett Veach tendrá que ser creativo para retener a ambos. Del lado de San Francisco, Chase Young, que jugó mejor, Javon Kinlaw y Tashaun Gipson, son los agentes libres más importantes. El regreso de Talanoa Ufanga, junto con el desarrollo de Ji’Ayir Brown, podrían forzar la salida de Gipson.
John Lynch no puede, con base al acuerdo laboral colectivo, extender a Brock Purdy quien regresa con un paupérrimo salario de 1MDD. Brandon Aiyuk tiene contrato en 2024 que le pagará 14.124 MDD, pero seguramente buscará una extensión. Jauan Jennings, que tuvo un gran partido, será agente libre restringido, y seguramente recibirá ofertas. SF tiene la opción de ofrecerle un contrato de compromiso (“tender offer”), estableciendo un salario predeterminado y una compensación en caso de que firme con otro equipo.
Finalmente, esta nota aparecerá, más o menos, cada tres o cuatro semanas durante el receso de temporada hasta Septiembre, cuando volverá a ser semanal.
Hoy voy a hablar de mi ex-entrenador, Bill Parcells, alguien quien fue duro conmigo, pero de quien aprendí la importancia de la organización
Por Raúl Allegre
Raúl Allegre recuerda a su coach Bill Parcells en esta entrega del 2003. No te pierdas cada semana EL ARCHIVO de la OFENSIVA EN SERIE, y revive los análisis que RAÚL ha realizado desde la temporada 2003.
Antes de comenzar esta segundo versión de la “Ofensiva en Serie” quisiera dirigirme a aquellos aficionados al deporte de las tackleadas de habla Hispana quienes aprendieron los nombres de los equipos de la NFL en su lengua natal. A partir del día de hoy, por decreto del alto mando de ESPN, me voy a referir a los equipos de la NFL en sus nombres en Inglés. Esto será en esta columna, en NFL Semanal y en los juegos de los Domingos por la noche. No es un cambio radical de mi parte, es un esfuerzo de nuestra empresa para darle consistencia a nuestra comunicación.
Hoy voy a hablar de mi ex-entrenador, Bill Parcells, alguien quien fue duro conmigo, pero de quien aprendí la importancia de la organización, la preparación exhaustiva y la atención a los más pequeños detalles. Parcells es el responsable de mis canas prematuras, pero también de muchos de mis logros tanto en mi carrera deportiva como profesional.
Por azares del destino o por capricho de la NFL, Bill Parcells, en su retorno como entrenador de la NFL, va a enfrentar en casa ajena a los cuatro equipos que ha afectado en su carrera de entrenador: New York Giants, New England Patriots, New York Jets y Tampa Bay Bucanneers. Lo hará estando al frente de la franquicia que más apasiona a los aficionados de la NFL, los Dallas Cowboys.
Ya me imagino el fervor entre los aficionados la semana previa a estos partidos. La ira, la saña y el despecho que serán dirigidos a Parcells serán sin precedente cuando pise el campo de juego, pues todos y cada uno de estos fanáticos se sienten como abandonados en el altar antes de su boda.
La reacción aunque humanamente comprensible, me parece injusta.
Un dicho común en la NFL es “qué has hecho por mi últimamente?” La tendencia de los fanáticos es olvidar los beneficios del pasado, a cambio de los resultados del presente y las promesas del futuro, algo así como un niño de tres años que insiste en ver la misma caricatura una y otra vez. Parcells es considerado un traidor en cada uno de esos lares por haber establecido un programa exitoso y después haber abandonado el barco. Pero que corta es la memoria de estos aficionados.
Antes de 1986, los New York Giants habían padecido por espacio de 30 años desde su último campeonato de la NFL en un equipo que contaba con Tom Landry y Vince Lombardi como coordinadores defensivo y ofensivo respectivamente.
En su cuarto año al frente del equipo, New York con Phil Simms y Lawrence Taylor arrasó con la competencia en los playoffs para lograr su primer título de Super Bowl. Cuatro años después, las huestes de Parcells repetirían como campeones de la NFL en lo que sería su última campaña al frente del equipo de la familia Mara.
Unos meses después, Parcells sería sometido a una intervención quirúrgica para reparar problemas en su sistema cardíaco, pero nadie hasta la fecha repararía los corazones de los aficionados de los Giants.
El segundo turno de Parcells como entrenador en jefe de la NFL fue en New England, una franquicia de la antigua AFL cuyo logro mayor fue evaporado por los Chicago Bears en el Super Bowl XX. Después de una temporada de 4-12, Parcells asumió el control de este equipo respondiendo al ruego de su entonces dueño.
Después de un comienzo incierto, Parcells no tardó en instalar su sistema y traer a su estilo de jugadores. Los Patriots alcanzaron el Super Bowl en 1996 cayendo ante Green Bay en el Super Bowl XXXIII.
Parcells dejó el equipo por diferencias con su Robert Kraft, el nuevo dueño el cual Parcells no había anticipado, pero los cimientos de una franquicia ganadora quedaron sentados. 5 años después, Bill Belichick, el brazo derecho de Parcells durante toda su carrera, junto con varios entrenadores cuyas carreras en la NFL se deben a Parcells, vencerían a los St. Louis Rams de manera dramática. Gracias Bill por Adam Vinatieri, Ty Law, Lawyer Milloy (oops), Willie McGinest y nuchos más. A pesar de la debacle del Domingo, New England está en el primer plano de la NFL.
Al dejar abruptamente a los Patriots y unirse a los New York Jets, Parcells abrió heridas en New England que tardarán en cerrar ahondó una gran rivalidad. Una vez más, un dueño pretendió sus servicios y en 1997, Parcells asumió el control del equipo del ahora difunto Leon Hess.
En sólo una temporada, una franquicia que era el hazme reír de la liga bajo Richie Kotite, se convirtió en equipo ganador. Dos años después llegarían el juego de campeonato de la conferencia americana quedando Parcells a un paso de ser el único entrenador en la historia en llevar a tres equipos al Super Bowl.
Queriendo evitar otra situación engorrosa con un nuevo dueño, la muerte de Leon Hess precipitó la salida de Bill Parcells de los Jets, no sin antes dejar a un grupo de jugadores jóvenes que serían la base de un equipo de playoff bajo Herman Edwards. Gracias Parcells por Chad Pennington, Curtis Martin, John Abraham, Shaun Ellis y Kevin Mawae.
En Tampa Bay la situación fue diferente. Parcells había accedido a ser el entrenador de los Bucanneers en un par de ocasiones, primero con Hugh Culverhouse y después con Malcolm Glazer, cambiando de opinión en el último momento por razones desconocidas.
Culverhouse contrató a Tony Dungy quien sentó las bases de una gran defensiva, y Glazer a John Gruden, quien completó el trabajo del lado de la ofensiva. No podemos atribuirle este éxito a Parcells, pero los resultados fueron positivos para Tampa Bay. A pesar de eso, los abucheos al estratega de Dallas se harán oír el próximo 26 de octubre.
Dudo que Parcells asuma el control de otro equipo después de Dallas. A su edad, con sus problemas de salud y los rigores de la profesión, Dallas será su última parada. No me sorprendería que después de dejar a este equipo su nombre fuera abucheado también durante un juego de playoff.
Recuerda que cada semana publicaré una entrega del ARCHIVO DE LA OFENSIVA EN SERIE y cada tres semanas habrá una nueva entrega con todas las novedades en la NFL.
La semana 1 de la NFL dejó resultados que sorprendieron a algunos y que ya empiezan a poner presión. Ve el análisis de RAÚL ALLEGRE
Por Raúl Allegre
El grupo de colaboradores de la NFL que arma el calendario año tras año se merece mis respetos y admiración. No sólo tienen que acomodar juegos de una manera imparcial que no impacte negativamente a algún equipo. También tienen que coordinar con los estadios, muchos de los cuales tienen eventos programados como conciertos, o futbol Americano colegial.
LO MÁS IMPORTANTE, NO DEBEN OLVIDAR GENERAR INTERÉS ENTRE LA FANATICADA.
En la primera semana de la temporada 2021 tuvimos cinco partidos en los que se enfrentaron equipos que llegaron a playoffs el año pasado: Pittsburgh vs Buffalo, Seattle vs Indianápolis, Cleveland vs Kansas City, Green Bay vs Nueva Orleans y Chicago vs LAR.